Consejos para salir a la montaña NORTHVIVOR

Todos los que disfrutamos de una salida al campo o la montaña sabemos que nos carga las pilas para el resto de la semana, pero es importante tener en cuenta ciertos consejos para que esta actividad tan saludable y placentera no se convierta en un riesgo.

El senderismo se ha vuelto una actividad, sencilla y accesible, quizás en demasía, lo que nos lleva a que a veces nos confiemos en exceso. Esa confianza excesiva ha llevado a que en los últimos años se vayan incrementando los rescates en el campo y en montaña, de personas que se pierden o sufren algún incidente. Y para muestra, podemos ver un resumen de noticias publicadas en medios simplemente con hacer una búsqueda en Google, como, por ejemplo, en este enlace del Heraldo de Aragón https://www.heraldo.es/tags/temas/rescates_montana.html

Es importante conocer el entorno en el e que nos vamos a mover. Conocer La Montaña y su denominación según la altura:

1.- Baja montaña (generalmente hasta 1.500 metros): en este tipo de entorno montañoso aún podemos encontrar pequeños núcleos de población a los que accedemos por buenas vías de comunicación.

2.- Media montaña (generalmente entre 1.500 y 2.500 metros): nos encontramos con un tipo de entorno montañoso donde normalmente la nieve hace acto de presencia de noviembre a mayo, dependiendo del macizo montañoso. Podemos hallar pequeñas construcciones dedicadas al pastoreo, pero no núcleos rurales.

3.- Alta montaña (generalmente alturas superiores a 2.500 metros): normalmente, en este tipo de montañas podemos encontrar glaciares y nieves perpetuas, lo que aumenta la dificultad de las ascensiones. Suele existir menos vegetación y vida animal y no existen núcleos habitados, salvo la posible existencia de refugios de montaña o lugares para vivac.

Valorar los Tipos de riesgos:

Riesgo Subjetivo (RS): es aquel altamente previsible y por tanto fácilmente evitable. Suele neutralizarse o controlarse con medidas preventivas antes y durante cualquier actividad.

Riesgo Objetivo (RO): menos previsible y por tanto con menos medidas para evitarlo: desprendimientos, tormentas, inundaciones…

¿A qué riesgos y peligros nos podemos enfrentar?

Es imposible enumerar todos los riesgos a los que nos podemos enfrentar en una actividad de este tipo, pero podemos hacer una relación de aquellos problemas más habituales en la montaña:

• Caída de piedras: pueden darse durante todo el año a causa de las lluvias, heladas, dilataciones del terreno, el paso de animales…Nosotros mismos podríamos ser los causantes.

• Climatología cambiante: a cierta altitud, la climatología y factores atmosféricos pueden cambiar en un breve lapsus de tiempo.

• Aludes: en este caso, deberemos tener en cuenta la altura y la inclinación de la pendiente, la orientación respecto al sol, la topografía, rugosidad y vegetación del terreno, todos ellos son factores que influyen en la posibilidad de aludes.

• Animales peligrosos: dependerá mucho de la zona en la que nos encontremos, de ahí la importancia de conocer el entorno en el que nos moveremos.

• Ríos: tener que vadearlos es uno de los problemas principales. Tendremos que ser conscientes del riesgo que supone cruzarlos.

• La altura: no se deben menospreciar los efectos que la altura nos puede causar cuando nos encontremos por encima de los 3500 m de altitud.

Consejos para una actividad segura.
La montaña es siempre un lugar bello, sea la estación que sea, pero a la vez, también resulta aislado, hostil y de difícil acceso. Esto hace que la prevención se convierta en algo fundamental para minimizar incidentes que pueden llegar a convertirse en accidentes.

Y es que la práctica de deporte de montaña es arriesgada, no sólo por los peligros objetivos de la montaña, frío, calor, sol, tormentas, viento, niebla, luz, animales…sino también por los peligros subjetivos derivados de la formación y la condición físico-sanitaria de quien lo practica, por eso, es fundamental la Preparación.

Nosotros distinguimos dos partes fundamentales dentro de esta preparación:

  1. La preparación personal
  • Formación
  • Preparación física
2. La preparación de la actividad
  • Planeamiento
  • Selección de material


La preparación personal es fundamental
Una de nuestra máxima es qué #LaFormaciónSalvaVidas.

1. Formación. Tener conocimientos básicos en los siguientes aspectos puede marcar la diferencia a la hora de evitar peligros y en caso de un incidente o accidente, saber resolverlo de la mejor manera posible. Para nosotros es crucial tener conocimientos básicos en:

  • Supervivencia
  • Topografía y orientación en montaña
  • Primeros auxilios

2. Preparación Física-Mental. También hay que cuidar la preparación física, considerando su verdadera importancia en la planificación de dicha actividad, sin perder de vista cuáles son las limitaciones de cada uno. No ser demasiado optimistas con nuestra forma física, mejor pecar de prudencia. En cuanto a la preparación mental, es recomendable estar preparado psicológicamente en caso de tener una situación de emergencia, perdida o accidente, para actuar de la mejor manera posible.


Preparación de la actividad:
Siempre antes de comenzar una actividad en el medio natural debemos preguntarnos:

  • ¿Adónde? (situación geográfica)
  • ¿Por dónde? (baja, media o alta montaña)
  • ¿Cómo? (Solitario, en grupo)
  • ¿Cuando? (Primavera, otoño, invierno, verano)
Planeamiento:

 

  • ¿Dónde vamos a llevar a cabo la actividad? Número de participantes. No es lo mismo realizar una actividad grupal que individual. Hay que tener en cuenta la normativa vigente en cada territorio en cuanto a las actividades grupales.
  • Planear el itinerario (lugares de paso, alternativas, referencias, recogidas, tiempo ida /vuelta).
  • Previsión meteorológica.
  • Sistemas de llamada. Tener claros los sistemas de aviso de cada zona.

2- Seleccionar el material adecuado:

  • Según el número de participantes.
  • Según lugar y cota de altura de la actividad.
  • Estación del año.
  • Duración de la actividad.
  • Y siempre portar material sanitario y de emergencia.

No basta con saber lo que se hace, hay que saber cómo se hace.
El riesgo es inversamente proporcional a tu ignorancia.

Consejos generales, en caso de pérdida:
Siempre que sea posible, perderemos altura (a menos que estemos completamente seguros de que el último punto donde conocíamos nuestra posición, se encuentra más alto).
No siempre la línea de máxima pendiente será la solución más indicada para descender. Prestaremos atención a los cauces de agua ya que éstos pueden conducirnos a barrancos o encerrarnos en laberintos vegetales.
Si nos vemos obligados a pasar la noche al raso, nos resguardaremos como es debido, pero antes, deberemos dejar una señal visible en una zona despejada. Cualquier cosa que pueda reflejar los rayos del sol será ideal para tal efecto.
Bajo ningún concepto nos pondremos a dar tumbos de un lado a otro ya que eso dificultará las labores de rescate por parte de quienes las estén llevando a cabo. Quedarnos en un lugar resguardado con las señales visibles en zonas despejadas será lo mejor.
Ser conscientes en todo momento de la realidad y no dejarnos engañar por la mente, que nos “hará ver lo que queremos ver” dada la situación en la que nos encontramos, pudiéndonos confundir o engañar en cuanto a la percepción de lo que vemos. Un ejemplo claro sería pensar o creer que ya hemos estado en un lugar cuando no es así.
La montaña es un medio hostil, y como tal la debemos de tratar. Pero también es un lugar maravilloso que nos producirá muchos beneficios tanto físicos como psicológicos, realizando las actividades con “cabeza” y como decimos en Galicia…Con Sentidiño.

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1 comentario

María Taibo Fafian

María Taibo Fafian

Muy bien redactado e interesante

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